
Lorraine Warren (Vera Farmiga), mira hipnotizada la espiral luminosa alojada en la caja de música, uno de los objetos encantados del filme basado en las experiencias de la familia Perron
THE CONJURING (Expediente Warren, James Wan, 2012)
AHORA QUE EL ANTICRISTO se pasea entre nosotros disfrazado de «influencer» y derrochando simpatía, vale la pena detenerse en una película como The Conjuring (Expediente Warren) que nos recuerda cómo el mal puede seguir mostrándose en sus formas tradicionales: oscuras, insidiosas, violentas.